DIFERENCIA ENTRE TENER RUTINAS Y VIVIR EN UNA RUTINA

¿Es lo mismo tener rutinas en tu vida a que tu vida sea una rutina?

No, no es lo mismo. Al menos para mí no lo es.

¿Eres de las personas que necesitan rutinas en su día a día para centrarse y para conseguir sus objetivos?

¿Sientes que gracias a tener unas rutinas en tu vida inviertes menos energía en saber lo que “hay que hacer”?

¿Tener rutinas te da paz?

Si has contestado que sí a alguna o varias preguntas, sigue leyendo porque esto no acaba aquí.

¿Necesitas rutinas pero no soportas que tu vida sea una rutina?

¿Cuál es la diferencia entre “una rutina” y “otra rutina”?

La RAE (Real Academia Española) define rutina como costumbre o hábito adquirido de hacer las cosas por mera práctica y de manera más o menos automática.

Amigas, tenemos un cerebro muy muy cómodo  al que le gusta ahorrar energía, y una de las formas de ahorro energético es justo ésta, la de automatizar diferentes acciones. De esta forma nuestro cerebro no tiene que gastar su batería en pensar qué tengo que hacer ahora, sino que simplemente lo hace a gasto cero.

Y esto es maravilloso porque así podemos invertir toda esa energía en otra cosa. Es un mecanismo que a mí me parece fabuloso, y más cuando yo soy una persona que quiere tener muuuuucha energía para utilizarla en toooodas las actividades que me gustan.

Ahora bien, ¿qué pasa con el otro tipo de rutina? esa rutina que se convierte en aburrimiento, en monotonía, en el día de la marmota,… Esa rutina donde no tienes ningún aliciente por nada porque todos los días son iguales. Por ejemplo, ¿quién no ha sufrido o está sufriendo una rutina con su pareja? ¿quién no ha pasado por una rutina en su trabajo? 

Yo sí. Yo sí en ambas parcelas: la personal y la profesional. Y no me gusta nada.

Y por un lado me pregunto, ¿por qué he llegado a esa rutina? Me pregunto el porqué porque quiero saber las causas.

Y por otro lado me pregunto, ¿para qué ha llegado esta rutina a mi vida? ¿qué es lo que me quiere decir? ¿cuál es la intención positiva de esta rutina? Y estas preguntas me ayudan a mirar para adelante y comprender su finalidad.

Como siempre digo, lo mejor de todo es darme cuenta de lo que me está pasando para poder hacerme cargo. Y como ya sabéis (porque no es la primera vez que lo digo) para darme cuenta tengo que parar, escucharme y observarme: quizás llevo una temporada triste, quizás los dolores de cabeza se me han hecho más frecuentes, quizás me haya subido la tensión, esté apática, … O por el contrario quizás solo busque evadirme: salir de fiesta, beber hasta el agua de los floreros, comprar por comprar, …

Parémonos y preguntémonos cómo estoy y qué necesito. Os aseguro que es una muy buena forma de empezar a “tirar del hilo” y sacar todo eso que tienes ahí guardado.

Y la pregunta del millón es: ¿Y yo qué puedo hacer para no caer en la rutina?

Lo primero, primerísimo de todo, te diría que te pararas a pensar qué es lo realmente importante para tí, es decir, tus valores (puedes saber cómo pinchando en el enlace del artículo anterior). Una vez tengas claro esos 5 pilares más importantes, analizaría en qué nivel están actualmente en tu vida. Es decir, en una escala del 1 al 10 (donde 1 es el mínimo y 10 el máximo) puntualiza el nivel actual de cada uno de esos 5 valores.

Una vez tengas la nota actual de cada una de tus parcelas (salud, dinero, trabajo, amor, ocio, crecimiento personal,…), me preguntaría cuál es mi vida de 10, cómo sería mi situación ideal en el amor, en la salud, en el trabajo,…

Después de ésto solo te queda preguntarte: ¿qué puedo hacer yo para salir de la puntuación actual y llegar al nivel 10? Es decir, es el momento de dejar el papel de víctima, de remangarse y de coger el toro por los cuernos. Es el momento de dejar de echar balones fuera y de ser la responsable de tu vida.

¿Estás de acuerdo? 

Te leo en comentarios.

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