6 ESTRATEGIAS PARA GESTIONAR EL “NO ME DA LA VIDA PARA MÁS”

¿Sabías que el 78 % de las mujeres hemos dicho «no me da la vida para más» en la última semana? ¿Sabes que vivimos en una sociedad que nos empuja constantemente a hacer más, tener más y ser más? ¿Que nos encontramos inmersas en una cultura del «hacer», donde el descanso y la reconexión con nosotras mismas se ven como un lujo, en lugar de una necesidad?  

Me vas a permitir decirte que “nos han vendido la moto a las mujeres”. Sí. Nos han vendido eso de que “cuanto más hacemos más valemos” y, queridas amigas, no sé vosotras, pero yo valgo lo mismo “haciendo” que estando tumbada en el sofá. 

¿Estás de acuerdo?

Pero volviendo al tema de que vivimos en la cultura del “hacer” y de no permitirnos tener tiempo para parar, esto nos lleva a sentirnos sobrepasadas, estresadas y agotadas, como si simplemente no tuviéramos el tiempo ni la energía para afrontar nuestras responsabilidades y vivir plenamente. Si te sientes así, no estás sola. Muchas mujeres se enfrentan diariamente a esta sensación de «no me da la vida para más», pero la buena noticia es que existen estrategias prácticas para manejar esta sobrecarga y el estrés. Y en este artículo, exploraremos cómo puedes recuperar el control y el equilibrio en tu vida.

1. Acepta tus límites y ponlos.

El primer paso para gestionar la sensación de sobrecarga es aceptar que, como seres humanos, tenemos límites. No puedes estar en todas partes, hacer todo a la perfección y complacer a todos a tu alrededor al mismo tiempo. Reconocer tus límites no es un signo de debilidad, sino de fortaleza. Cuando te das permiso para decir «hasta aquí», empiezas a priorizar lo que realmente importa en lugar de dispersar tu energía en demasiadas direcciones.

Haz una lista de todas tus responsabilidades y compromisos actuales, tanto personales como profesionales. Luego, pregúntate: ¿Qué puedo delegar, simplificar o, simplemente, dejar de hacer? Reducir el número de tareas en tu lista diaria es un paso clave para reducir el estrés.

2. Aprende a decir “no” sin culpa

Decir «no» es una de las herramientas más poderosas para proteger tu tiempo y tu bienestar emocional, pero también es una de las más difíciles de implementar, especialmente para las mujeres. Nos han enseñado a priorizar las necesidades de los demás antes que las nuestras, lo que nos lleva a aceptar compromisos que no podemos cumplir o que nos agotan.

Decir «no» no significa que estés siendo egoísta; significa que estás cuidando de ti misma para poder estar en tu mejor versión para los demás. Como siempre digo: “No es egoísmo, es autoamor.” 

La próxima vez que te pidan algo que no puedes o no quieres hacer, prueba a responder con algo como: “Gracias, pero en este momento no puedo comprometerme a ello.” Practicar esta respuesta te ayudará a liberarte de la presión de tener que complacer a todos.

3. Crea rituales de autocuidado

El autocuidado no es solo una tendencia; es una necesidad para mantener nuestro equilibrio mental y emocional. A menudo, cuando nos sentimos estresadas, lo primero que sacrificamos es el tiempo que dedicamos a nosotras mismas. Sin embargo, este es el momento en que más lo necesitamos.

No tienes que dedicar horas al día a autocuidarte, pero sí es importante que encuentres pequeños momentos a lo largo del día para reconectar contigo misma. Puede ser algo tan sencillo como tomar una taza de té en silencio, caminar cinco minutos al aire libre o hacer ejercicios de respiración profunda. Estos pequeños rituales te ayudarán a desconectar del estrés y a reconectar con tu cuerpo y tus emociones.

4. Establece prioridades claras

Cuando todo parece urgente e importante, es fácil sentirse sobrepasada. Una estrategia eficaz para gestionar esta sensación es establecer prioridades claras. Cada mañana, dedica unos minutos a identificar las tres tareas más importantes que debes completar ese día. Estas son las que verdaderamente moverán la aguja en tu vida y te acercarán a tus objetivos, ya sean personales o profesionales.

No caigas en la trampa de intentar hacer todo al mismo tiempo. Concéntrate en esas tres tareas y hazlas con calma y enfoque. Una vez que estén completadas, puedes considerar abordar otras cosas menos prioritarias, pero si no lo haces, ya habrás avanzado en lo que realmente importa.

5. Practica la atención plena (mindfulness)

El mindfulness o atención plena es una excelente herramienta para manejar el estrés y la sensación de sobrecarga. Se trata de estar presente en el momento, sin juzgar tus emociones o pensamientos. Cuando estamos estresadas, a menudo vivimos en «piloto automático», pasando de una tarea a otra sin darnos cuenta de cómo nos sentimos o qué necesitamos.

Incorporar prácticas de mindfulness en tu día a día te permite reconectar con el presente y reducir la ansiedad. Puedes empezar con ejercicios simples como prestar atención a tu respiración durante unos minutos al día o realizar una actividad cotidiana, como lavar los platos, de manera consciente y deliberada. Estos momentos de pausa te permitirán reducir la velocidad y recuperar el control en medio del caos.

También puedes apuntarte a la lista para que te avise de la tercera edición del Reto “PARAR ES URGENTE” donde meditamos en directo y de forma grupal. ¡Es superpotente! Te lo recomiendo.

6. Busca apoyo

No tienes que hacerlo todo sola. Una de las mayores fuentes de estrés para las mujeres es sentir que debemos encargarnos de todo sin pedir ayuda. Sin embargo, buscar apoyo no es un signo de debilidad, sino de sabiduría.

Habla con las personas que quieres: tus amigos, familia, o compañeros de trabajo sobre lo que estás experimentando. Quizás ellos puedan ofrecerte ayuda práctica, o simplemente brindarte un espacio seguro para expresar tus emociones. Si sientes que la carga te agobia demasiado, considera buscar el apoyo de un profesional, como un coach o terapeuta, que pueda ofrecerte herramientas adicionales para manejar el estrés.

Ya sabes lo que yo digo muchas veces: “Si quieres llegar rápido ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado.”

Te dejo por aquí también el formulario para solicitar una sesión de coaching gratuita conmigo si así lo deseas 😉 

La sensación de “no me da la vida para más” es común en nuestra sociedad actual, pero no tiene que convertirse en tu realidad permanente. Aceptar tus límites, aprender a decir «no», cuidar de ti misma y priorizar lo importante son pasos clave para recuperar el equilibrio. Al implementar estas estrategias en tu vida diaria, puedes reducir la sobrecarga y encontrar una mayor sensación de paz y bienestar. Te invito también a leer más sobre este tema en este artículo del blog.

Recuerda que tú eres lo más importante, que mereces tiempo y espacio para respirar, para reconectar contigo misma y para disfrutar de la vida sin el peso del agotamiento constante.

¡Te lo mereces!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.